Un compresor de carga/descarga suministra una capacidad de aire constante. En caso de alcanzarse la presión de ajuste, el compresor pasa al modo de descarga (válvula de admisión controlada). El compresor inicia la misma rutina en cuanto el valor de presión desciende a un nivel predefinido.
Sin embargo, un compresor con inversión de frecuencia tiene un patrón de funcionamiento con valores pico menores y un perfil de suministro de aire más bajo. El inversor de frecuencia integrado evita que el compresor alterne entre la carga y descarga, ya que el número de rotaciones se adapta por sí solo al consumo de energía. El resultado es que se transfiere toda la energía consumida al proceso para comprimir el aire, lo que resulta de gran eficiencia en términos de costes. El DRF se puede equipar con un convertidor de frecuencia altamente eficiente IVR con baja distorsión armónica, se instala en la cubierta, en una carcasa bien ventilada. En caso de consumos de energía muy dispares, se pueden conseguir ahorros de más del 30 % comparado con un modelo equivalente de velocidad fija.